Reportaje en La Razón 28/11/21

10/01/2022

Reportaje en La Razón 28/11/21

La Razón publicó en su edición del 28 de Noviembre de 2021 una noticia sobre el reportaje realizado en el Congo a los colaboradores que allí ofrecen su ayuda: “Son tres ejemplos de una vida entregada pero plena.”

Hna Urbana Sancho en la farmacia del Centro de salud en Rubare-Congo

Hna Urbana Sancho en la farmacia del Centro de salud en Rubare-Congo

Honorato, Urbana y Domingo son algunos de los religiosos burgaleses que trabajan duramente en el desarrollo de proyectos de formación y promoción para los menores en la ciudad de Goma en la República Democrática del Congo.

Según se explica “La vida de Honorato Alonso comenzó dos veces: una, en 1949, en Rioseras; la otra, en 1981, en Goma. En la primera aprendió a ser persona jugando junto a la iglesia de San Saturnino; en la segunda, comprendió que un balón de fútbol podía hacer más por la integración que cien discursos en la ONU”.

La Hna. Chantal, Religiosa de San José de Gerona, trabaja en el centro Don Bosco de Ngangi, un barrio de la periferia de Goma, donde otro burgalés, Domingo de la Hera, de Villanueva de Odra, dedica su vida a dar clases de mecánica a los jóvenes. Según relata: “Cuando la población pillaba a algún guerrillero se tomaba la justicia por su mano y los quemaban vivos porque la justicia no funcionaba”.

Chantal salió de aquella complicada vida conociendo a Dios, a través del alma de Rubare o Mamá María, así se conoce a la Religiosa de San José de Gerona Hna. Presentación López, quien perdió las dos piernas cuando una bomba impactó en la casa de las hermanas. De aquella tragedia germinó “El proyecto Rubare” que saca del infierno a niños y jóvenes que nadie puede cuidar. Se ha construido una escuela maternal y otra de primaria para poder seguir dando una educación a otros niños que tratan de sobrevivir en la dificultad.

En Rubare se entrega también la Hna. Urbana Sancho, también Religiosa de San José de Gerona y natural de Castrillo de Murcia, esta enfermera cumple dos décadas de trabajo en la zona desde que llegó procedente de Roma donde trabajaba en una clínica privada. Su centro de salud, en cuya entrada puede leerse “Fuera las armas”, no entiende de bandos, ni de buenos ni de malos y atienden por igual a los miembros del ejército que de la guerrilla. Por eso, se han ganado un respeto. Sin embargo, lo que las convierte en ángeles es la batalla cotidiana contra enfermedades como la malaria o el cólera, mortales sobre todo para los más pequeños.

“La ruta que une ambas ciudades está considerada una de las más peligrosas del mundo, controlada por guerrillas que han hecho del secuestro su forma de vida. Sólo con la compañía de una hermana es posible adentrarse en estos 60 kilómetros, donde no hace mucho, en febrero, fue asesinado allí el embajador de Italia, Luca Attanasio. No es extraño que las hermanas de San José agradezcan al viajero la valentía de llegar hasta allí.”…“Para sus vecinos, las hermanas de San José son una especie de ángeles dedicadas a los desfavorecidos.”

Leer el reportaje completo en La Razón.

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