Una mujer, María...

23/09/2018

Una mujer, María...

4ª aportación de la Hna. Cristina Masferrer para la columna "Mirador", de la Hoja Parroquial de la Diócesis de Girona, originalmente escrita en catalán.

María Gay Tibau aliviaba el dolor y el corazón de las personas enfermas.

María Gay Tibau aliviaba el dolor y el corazón de las personas enfermas.

El 24 de octubre de 1813 nace en Llagostera María Gay, la segunda hija del matrimonio formado por Martín Gay y María Tibau. El país estaba ocupado por las tropas napoleónicas, que trajeron destrucción, empobrecimiento e inestabilidad social y política. Dos años más tarde, cuando nace su hermano Pedro, consta que su padre y su hermana mayor están muertos.

María Gay crece en un entorno familiar lleno de carencias materiales. Pero no le falta la oportunidad de ir creciendo con amor. En casa todos tienen que ayudar para poder salir adelante. Cada uno desde sus posibilidades. Es así como se va forjando en el corazón de María la capacidad de descubrir la necesidad de los otros.

María cuidó a su madre enferma hasta que esta murió en el Hospital Santa Caterina, de Girona. Allí conoció al Dr. Amerio Ros, que la llevó a su casa para ayudar a su esposa. Sí, una simple criada mayor, que no sabe de letras, es capaz de escuchar el grito de los hermanos y la voz de Dios en este clamor. Y no solo de escuchar sino también de moverse y hacer alguna cosa para aliviarles, tal como dice el texto del Éxodo 3,7.10: "He escuchado el clamor de mi pueblo [...], ve, yo te envío...".

Sentirse enviada a aliviar el dolor y a sembrar la paz en el corazón de los que sufren le hizo dejar seguridades para iniciar, con una compañera, una obra que perdura hasta hoy.

Disponemos nuestro corazón para escuchar el grito de los hermanos y la voz de Dios en este clamor. Seremos así Iglesia Samaritana.