Todos somos hijos

13/09/2018

Todos somos hijos

3ª aportación de la Hna. Cristina Masferrer para la columna "Mirador", de la Hoja Parroquial de la Diócesis de Girona, originalmente escrita en catalán.

En el libro "El regreso del hijo pródigo", Henri J.M. Nouwen hace un comentario de la parábola a partir del cuadro de Rembrandt que lleva el mismo título. El autor comparte con nosotros su experiencia espiritual a través de los tres personajes de la parábola: los dos hermanos y el Padre.

Este es un libro que he releído varias veces. Hace unas semanas lo recordaba en el autobús. Nos resulta relativamente fácil reconocer que somos el hijo más joven y que le decimos al Padre que nos dé la parte que nos corresponde de la herencia. Ya sabemos cómo malgastamos la herencia... Cuesta más reconocer que nos comportamos como el hijo mayor viviendo desde el puro cumplimiento sin poner el corazón y las entrañas en lo que hacemos y somos. Socialmente no queda muy bien.

El tercer personaje es el Padre que ve llegar a su hijo joven, porque cada día le espera. Y, cuando le ve venir, sale a encontrarlo. Pero también sale a buscar al hijo mayor cuando este no quiere entrar en la fiesta.

Me di cuenta de que, tanto si salimos de casa para malgastar la herencia recibida como si estamos en la casa familiar sin sentirnos hijos, el Padre nos considera siempre hijos queridos. No importa si soy el hijo joven o si me comporto como el hijo mayor. Dios Padre siempre sale a buscarme y me invita a volver a casa.

Estamos llamados a alcanzar los sentimientos del Padre y a salir de casa para ir a buscar al hijo -al hermano- que está fuera o que echamos. Si todos somos hijos, todos somos hermanos. ¿Cuántas veces nos comportamos como el hermano mayor y no queremos acoger al otro, aquel que es diferente?