El lazo solidario que une a los Colegios del Instituto de Porcuna y Rubare

07/10/2025

El lazo solidario que une a los Colegios del Instituto de Porcuna y Rubare

Profesores y alumnado del Complexe Scolaire Saint Joseph de Rubare, con el material escolar que ha permitido la ayuda recibida del Colegio Santa Teresa, Porcuna, Jaén.

Profesores y alumnado del Complexe Scolaire Saint Joseph de Rubare, con el material escolar que ha permitido la ayuda recibida del Colegio Santa Teresa, Porcuna, Jaén.

Desde el Complexe Scolaire Saint Joseph de Rubare, centro de educación del Instituto de Religiosas de San José de Gerona, IRSJG, en la República Democrática del Congo, han escrito una carta agradeciendo toda la ayuda y apoyo que reciben del Colegio Santa Teresa, en Porcuna, Jaén. 

El Colegio Santa Teresa, también del IRSJG, organiza trimestralmente desayunos y meriendas solidarios, con una gran implicación por parte del equipo pedagógico, el alumnado y sus familias, y que sirven para recoger fondos que van destinados a este colegio hermano de África. 

Acciones que se hacen con ilusión y desde el corazón, de manera encomiable, desde hace más de 10 años en el Colegio Santa Teresa.

Compartimos la carta firmada por la Hna. Clémence Kahindo Bulenda, directora del Complexe Scolaire Saint Joseph de Rubare, donde de forma sincera y emotiva habla del significado que adquiere toda esta solidaridad, traducida en la compra de material escolar, impresoras o uniformes. Va destinada, sobre todo, a ayudar a los niños y niñas, alumnos del Colegio, más necesitados. 

Unas letras que nos acercan también a la realidad de la población, con carencias de todo tipo por la dura situación de guerra y la inseguridad ciudadana que genera. A pesar de las dificultades, el mensaje que llega desde Rubare está lleno de esperanza, fe y gratitud.

La carta, que adjuntamos en esta noticia, se complementa con un vídeo conmovedor donde son los propios niños, alumnado del Complexe Scolaire Saint Joseph, quienes, en francés, dan las gracias a los “compañeros y compañeras” de Porcuna. Un testimonio que nos recuerda que la solidaridad no tiene fronteras y que cada gesto cuenta. 

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