El delantal

09/09/2018

El delantal

Segunda aportación de la Hna. Cristina Masferrer para la columna "Mirador", de la Hoja Parroquial de la Diócesis de Girona, originalmente escrita en catalán.

La Hna. Cristina Masferrer nos habla de un delantal muy especial. Uno que nos protege y nos ayuda a cuidar de nosotros mismos y, a la vez, de los demás.

En un anuncio que encontré decía: "¿Cuando cocinas te manchas?¿Te salpicas? ¡Pues necesitas un delantal! Nos ponemos el delantal en la cocina y en otros momentos. Nos lo ponemos para protegernos. ¿De qué nos resguardamos?¿Por qué necesitamos un delantal?

Según el diccionario de la lengua catalana, el delantal es una pieza de trapo o de cuero que sirve para resguardar la parte delantera del vestido. Las personas que nos dedicamos a cuidar de los demás necesitamos cuidarnos.

Está de moda el tema de cuidar al cuidador porque si no nos cuidamos a nosotros mismos no podremos cuidar a los demás. Por eso necesitamos un delantal que no es de trapo o de cuero o de cualquier otro material. Es un delantal muy especial porque debe ser lo suficientemente grueso para no dejar pasar las palabras, gestos, etc., que, por causa de la enfermedad, nos podrían herir, y a la vez debe ser suficientemente fino para dejar pasar y dejarnos tocar por la vida, la experiencia, las emociones y los sentimientos de las personas que cuidamos.

Utilizar este delantal es un arte que no lleva librito de instrucciones, ni lo encontramos en las tiendas o en el mercado. Si lo usamos mal nos sirve para alejarnos, para construir un muro que separa, pero si lo utilizamos bien nos acerca a la realidad del otro y nos hace capaces de tomar la distancia necesaria para cuidarlo. Es un delantal que vamos construyendo con paciencia, acogida, ternura, aceptación incondicional del otro y de su situación y, sobre todo, de mucho amor. Todo un reto. Pero tenemos un buen maestro: Jesús.